Oraciones a San Miguel
y a los Ángeles

En 1886, el Papa León XIII tuvo una visión después de celebrar la Misa, donde durante 10 minutos, parecía estar en trance con el rostro blanco como la ceniza. Cuando se recuperó, dijo que había visto una horrible visión de demonios que habían sido liberados del infierno para intentar destruir la Iglesia, pero luego apareció San Miguel y arrojó a Satanás y sus legiones de vuelta al infierno. Siguiendo esa visión, el Papa León XIII compuso la siguiente oración a San Miguel, y pidió que esta oración se dijera después de cada Misa.

Oraciones a San Miguel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.  Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio.  Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Oración por ayuda contra los enemigos espirituales

Glorioso San Miguel, Príncipe de las huestes celestiales, que siempre está dispuesto a socorrer al pueblo de Dios; quien peleó con el dragón, la serpiente antigua, y lo arrojó del cielo, y ahora defiende valientemente a la Iglesia de Dios para que las puertas del infierno nunca prevalezcan contra ella, te ruego encarecidamente que me ayudes también en el doloroso y peligroso conflicto que sostengo contra el mismo enemigo formidable. Acompáñame, oh poderoso príncipe para que con valentía luche y venza ese espíritu soberbio, a quien tú, por el poder divino, derrocaste gloriosamente, y a quien nuestro poderoso rey, Jesucristo, ha vencido por completo en nuestra naturaleza; así habiendo triunfado sobre el enemigo de mi salvación, pueda contigo y los santos ángeles, alabar la clemencia de Dios quien, habiendo negado misericordia a los ángeles rebeldes después de su caída, ha concedido el arrepentimiento y el perdón al hombre caído. Amén.

Acto de Consagración a San Miguel

Oh nobilísimo Príncipe de las Jerarquías Angélicas, valeroso guerrero de Dios Todopoderoso y celoso amante de Su gloria, terror de los ángeles rebeldes, y amor y deleite de todos los ángeles justos, mi amado Arcángel San Miguel, deseando ser contado entre tus siervos devotos, yo hoy me ofrezco y me consagro a ti, y me pongo a mí, a mi familia y a todo lo que poseo bajo tu poderosa protección.

Te ruego que no mires lo poco que yo, como siervo tuyo, tengo que ofrecer, siendo sólo un miserable pecador, sino que mires con ojos favorables el afecto sincero con que se hace esta ofrenda, y acuérdate que si de a partir de este día estoy bajo tu patrocinio, debes durante toda mi vida ayudarme y procurarme el perdón de mis muchas y graves ofensas y pecados, la gracia de amar con todo mi corazón a mi Dios, mi amado Salvador Jesús, y mi dulce Madre María, y obtener para mí toda la ayuda necesaria para llegar a mi corona de gloria. Defiéndeme siempre de mis enemigos espirituales, particularmente en los últimos momentos de mi vida.

Ven pues, oh Glorioso Príncipe, y socórreme en mi última lucha, y con tu poderosa arma arroja lejos de mí a los abismos infernales a ese ángel prevaricador y orgulloso que un día te postraste en la batalla celestial. Amén.

 Coronilla de San Miguel

La Biblia solo nombra a tres ángeles que pertenecen al Coro de Arcángeles: Miguel (Daniel 10 y 12, Judas 1 y Apocalipsis 12); Gabriel (Daniel 9 y Lucas 1); y Rafael (Tobías 12), pero muchos creen que puede haber siete o más arcángeles.

San Miguel, príncipe y comandante del Ejército Celestial, se apareció a la Sierva de Dios Sor Antónia d’Astónaco en 1751 en Portugal. Él le enseñó a rezar a los 9 coros de ángeles y le prometió que quien dijera esta coronilla sería escoltado por un ángel de cada coro cuando esa persona se acercara a la Sagrada Comunión. Miguel también prometió su asistencia continua durante la vida y la liberación del Purgatorio para ellos y sus familiares después de la muerte.

Esta coronilla, aprobada en 1851 por el Papa Pío IX, se reza sobre un grupo de cuentas formado por nueve grupos de un Padrenuestro y tres Avemarías. La Sagrada Escritura distingue nueve grupos de este tipo: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Potestades, Virtudes, Principados, Arcángeles y Ángeles (Isaías 6,2; Génesis 3,24; Colosenses 1,16; Efesios 1,21; Romanos 8,38). El siguiente sitio web ofrece un buen resumen de cada coro: https://losarcangeles.net/jerarquias-angelicales/

Oración de apertura

Oh Dios, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre…

1er coro

Por la intercesión de San Miguel y del celestial Coro de los Serafines, el Señor nos haga dignos del fuego de una perfecta caridad. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

2do coro

Por la intercesión de San Miguel y del celestial Coro de los Querubines, el Señor nos conceda la gracia de caminar por la senda de la perfección cristiana. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

3er coro

Por la intercesión de San Miguel y del celestial Coro de los Tronos, el Señor nos conceda el espíritu de una verdadera humildad. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

4to coro

Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del celestial Coro de las Dominaciones, el Señor nos otorgue la gracia de podernos dominar en nuestros sentidos. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

5to coro

Por la intercesión de San Miguel y el celestial Coro de las Virtudes, el Señor nos conceda el no ser vencidos en el peligroso combate de las tentaciones. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

6to coro

Por la intercesión de San Miguel y del celestial Coro de las Potestades, el Señor nos guarde de los engaños y tentaciones del demonio. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

7mo coro

Por la intercesión de San Miguel y del celestial Coro de los Principados, el Señor nos otorgue el espíritu de una verdadera y sincera obediencia. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

8vo coro

Por la intercesión de San Miguel y el celestial Coro de los Arcángeles, el Señor nos conceda el don de la perseverancia en la fe y en las buenas obras. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

9no coro

Por la intercesión de San Miguel y del celestial Coro de los Ángeles, el Señor nos conceda que estos espíritus bienaventurados nos guarden siempre, y principalmente en la hora de nuestra muerte. Amen.
1 Padre Nuestro…
3 Dios te salve, María…
1 Gloria al Padre…

En honor a...

En honor a San Miguel (Guerrero de Dios), ora 1 Padre Nuestro…

En honor a San Gabriel (Mensajero de Dios), ora 1 Padre Nuestro…

En honor a San Rafael (Sanador de Dios), ora 1 Padre Nuestro…

En honor a nuestro Ángel de la Guarda, ora 1 Padre Nuestro…

Oraciones finales de la coronilla

O glorioso príncipe San Miguel, jefe principal de la milicia celestial, guardián fidelísimo de las almas, vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel servidor en el palacio del Rey Divino. Eres nuestro admirable guía y conductor. Tú que brillas con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libranos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a ti. Asístenos con tu afable protección para que seamos más y más fieles al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.

Ruega por nosotros, oh bienaventurado San Miguel, príncipe de la Iglesia de Cristo, para que seamos dignos de Sus divinas promesas.

Poderoso y Eterno Dios, quien, por el prodigio de bondad y un misericordioso deseo de salvación de todos los hombres, has elegido al gloriosísimo Arcángel San Miguel, Príncipe de tu Iglesia, haznos dignos, te lo pedimos, de ser liberados de todos nuestros enemigos, que ninguno de ellos nos acose en la hora de la muerte, sino que podamos ser conducidos por él a Tu presencia. Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor.